Comenzar tu carrera musical en el confinamiento y un par de años después convertirte en el artista español que más tiempo ha liderado la lista de Spotify Global, sin duda es toda una responsabilidad. Y es que después de acumular más de 1 billón de reproducciones en el hit que sin quererlo te puso en boca de todo el mundo (la BZRP Music Sessions #52), hace que las expectativas de tu nuevo disco (el primero, por cierto), sean altísimas.
Así, con todos los ojos puestos en él, el pasado enero el canario Quevedo, nos compartió DONDE QUIERO ESTAR, un álbum de 16 canciones roza la cifra de la colaboración con Bizarrap en cuanto a reproducciones. Anunciando un tour de solamente 3 ciudades, y agotado desde hace ya muchos meses, pudimos recibirle el pasado 5 de mayo en el mítico recinto del Wizink Center de Madrid.
Colocando el escenario en medio de la pista y solamente respaldado por unos focos de luz que convirtieron el antiguo Palacio de los Deportes en toda una discoteca, a las 21h (casi puntual) el canario empezó su show, cómo él indicó “por los inicios”, cantando Piel de Cordero. Los hits del disco no tardaron en llegar, y YANKEE o SIN SEÑAL pusieron a todo el mundo a saltar, preparándolos para la canción inédita junto a Cruz Cafuné, que vendría minutos después. Cómo en los conciertos de la mismísima Beyoncé, también hubo cambios de vestuario, y es que tras un pequeño descanso, Pedro apareció en el escenario con una túnica blanca para cantar una de sus canciones más tristes, ME FALTA ALGO, y se deshizo de ella mientras le indicaba a un espectador que subiera al escenario y con el que pudimos presenciar una emotiva pedida de mano.
La buena compañía no faltó, y es que Quevedo se acompañó de Lola Índigo para cantar por primera vez su último lanzamiento, EL TONTO, o de Saiko, con el que cantó Supernova y con el que hizo que retumbaran las pareces del estadio. En Cayó la noche pudimos ver a La Pantera, a Cruz Cafuné de nuevo, Juseph, Abhir Hathi y a Bejo rodeando al canario en su versión remix y junto a temas como PUNTO G o VISTA AL MAR, el concierto fue llegando a su fin.
Con una voz ronca que costó que llegase intacta al final del show, con el calor de una generación de adolescentes que corea cada verso de sus letras en todas las discotecas que pisan y con un aforo de más de 15.000 personas vendido, el DQE tour de Madrid concluyó con la mítica canción, Quédate, que con fuegos artificiales, todos los invitados subidos al escenario, y Quevedo, literalmente, saltando por los aires, hizo que la noche del viernes para muchos de los asistentes, no hiciese más que empezar.