El pasado 23 de mayo de 2025, el grupo Ultralágrima ofreció un esperado concierto en la Sala X de Sevilla, como parte de la gira de presentación de su álbum homónimo. El dúo valenciano, formado por Marco Silvy‑Leligois Jurado e Ignacio López Cavero, se ha convertido en uno de los proyectos más personales y sorprendentes del panorama alternativo español, y su actuación en Sevilla no hizo más que confirmarlo.
El concierto arrancó con Días de Alegría, uno de los sencillos más recientes del grupo, una canción que mezcla luminosidad melódica con una base rítmica electrónica insistente. Fue una elección eficaz para marcar el tono de la noche: melancolía sí, pero también fuerza y determinación, con un gran enfoque en las luces y la iluminación. A esa apertura siguió Desintoxicar, otro corte nuevo donde la electrónica crece hasta chocar con un muro de guitarras distorsionadas y voces procesadas. El dúo, sobrio en palabras pero contundente en actitud, se mantuvo en todo momento centrado en lo musical, con una puesta en escena austera pero efectiva.
A medida que avanzaba el repertorio, fueron cayendo algunos de los temas más celebrados del disco, como Como Si Todo Volviese A Empezar, Allá Donde Esté El Cielo y Cuando Te Duele El Mundo. Estas canciones, que combinan sensibilidad lírica con capas sonoras densas y brillantes, comenzaron a motivar a un público claramente familiarizado con el material, cantando partes de los estribillos. También hubo espacio para momentos más íntimos, como Dónde Tú Estás, donde la melodía se volvió más directa y despojada, permitiendo que la vulnerabilidad tomara el protagonismo donde todo era distorsión.
Uno de los giros inesperados de la noche fue la inclusión de una versión de Yo Te Esperaré, el tema pop latino de Cali y El Dandee, que el dúo reinterpretó desde su estética oscura y emocional, desfigurando el original hasta convertirlo en algo completamente distinto. La noche acabó con sus grandes temas, 500 Balas y Nunca Estuviste Tan Lejos, con un colofón final con Esta Luz Nunca Se Volverá A Apagar que dejó un tono completamente melancólico y emocional en su actuación.
