La gira de Biffy Clyro para promocionar su séptimo álbum de estudio ‘Ellipsis’ llegaba al O2 Arena de Londres, la última parada en su gira por el Reino Unido junto a los neoyorquinos Brand New. La producción incluía unos enormes cuadrados de luz que daban la sensación de vivir el espectáculo a través de un corredor virtual, además de un suelo en cuesta, láseres y más luces, que no distrajo a la banda sino que enmarcó su excelencia.
La pista y las gradas del mítico estadio se llenaron de 20.000 fans que lo dieron todo desde Wolves Of Winter hasta Stingin’ Belle, en un repertorio de nada más y nada menos que 27 canciones (ninguna de las cuales era ‘27’, tristemente), y que duró más de 2 horas.
Los escoceses tocaron gran parte del último álbum a lo largo de la noche, así como temas variados de toda la discografía. Los acordes de ‘Living Is A Problem Because Everything Dies’ incendiaron el O2 Arena, dejando caer también otros grandes himnos al comienzo del show, con un ‘Biblical’ muy poderoso y ‘Howl’ que sonaba más brillante que nunca. Sorprendieron con ‘57’ de su álbum debut ‘Blackened Sky’ (2002) que entusiasmó a los fans más incondicionales, mientras que ‘Bubbles’ volvió al público efervescente. Sin bajar el ritmo, continuaron con el popular ‘Black Chandelier’, el nuevo ‘Friends and Enemies’, la furia de ‘That Golden Rule’ y el épico ‘Folding Stars’ en rápida sucesión. Llegados a este punto ya ninguno tenía la camiseta puesta, estaba todo muy sudado. No podía faltar el nuevo single ‘Re-Arrange’, durante la cual se apagaron todas las luces, dejando tan sólo unos lásers giratorios y las luces de los móviles y las cámaras de los asistentes, que coreaban la melodía. Cerraron la parte principal del repertorio con ‘Animal Style’ y ‘Many Of Horror’, continuado por la actuación acústica de ‘Machines’ en solitario, por Simon Neil. Todavía no estaba todo dicho, ‘The Captain’, ‘People’ y ‘Stingin Belle’ formaron el encore que ponía fin a una gran noche y dejaba al público rendido a sus pies.
Biffy Clyro no es sólo una de las mejores bandas del país, ahora es también indiscutiblemente una de las más grandes.
Brand New fue el acompañante perfecto para abrir la noche, proporcionando cuarenta y cinco minutos de maravilla. Lo dieron todo desde ‘Sowing Season’ hasta ‘You Won’t Know’, en un repertorio que se hizo demasiado corto para los fans, teniendo en cuenta los cuatro discos de estudio que tiene la banda de Nueva York. Nunca quisieron llegar a la fama, siempre han hecho lo que les apasiona siendo humildes, lanzando nueva música cuando se sienten preparados y cuando realmente les convence. Quizás este es parte del encanto que tienen y que queda reflejado también en el escenario, sin complicarse en la producción y centrándose en los instrumentos con pasión. Predominaron temas de ‘The Devil And God Are Raging Inside Me’, que cumple 10 años, y no faltaron ‘Okay I Believe You, But My Tommy Gun Don’t’ y ‘Sic Transit Gloria… Glory Fades’.